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Efectos Negativos y Peligrosos Del Castigo

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¡Ya estoy de vuelta, perrunos!

Hoy vamos con un tema muy importante y de poca difusión para los de casa: ¡el castigo!

Por definición el castigo es cualquier cosa que reduzca la probabilidad de que un comportamiento se repita. Hay dos tipos de castigo:

El castigo negativo, a pesar de que suene peor, se aplica quitando algo que al perro le gusta para reducir la probabilidad de que lo haga otra vez. Ejemplo: si tu perro salta a las personas para saludar y te quedas quieto ignorándole, dejará de saltar porque ha asociado que saltando no recibe lo que quiere, que es tu atención.

Pero del castigo que vamos a hablar durante el post es el llamado positivo. Que no os engañe la palabra positivo no implica nada bueno, simplemente que está presente. El castigo positivo se aplica añadiendo algo que al animal no le gusta, disminuyendo así la probabilidad de que lo vuelva a hacer. Ejemplo: descarga del collar eléctrico cada vez que ladre.

El uso del castigo u otros aversivos, fuerza, coerción o correcciones físicas para cambiar el comportamiento del animal es común en la mayoría de propietarios de perro y en muchos adiestradores, además famosos.

Algunos castigos pueden parecer inofensivos, como gritarle al perro, decir que no o echar spray de agua al gato si se sube en la encimera. Pero también es común aplicar castigos más severos como estirar de la correa cuando lleva collar de pinchos, pegar o golpear, entre otros métodos que ya hemos comentado en los últimos dos posts.

Castigar os puede parecer efectivo en algunas situaciones dependiendo de cada animal, pero tenéis que saber que puede tener efectos muy perjudiciales. En este post vamos a ver los efectos negativos del castigo uno por uno:

1.Es muy difícil aplicarlo justo en el momento oportuno. Para que el animal entienda que ha hecho algo mal el castigo tiene que ser justo en el preciso instante que lo está haciendo.

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Si es dos minutos más tarde no sirve de nada. Y aquí es cuando pensaréis que vuestro perro sabe lo que ha hecho y que cuando se lo enseñáis tiene cara de culpable, pero simplemente os está dando señales de calma porque os nota enfadados. Si no lo hubiera hecho y actuarais igual veríais las mismas señales “de culpa”.

 

2.Castigar puede fortalecer el comportamiento no deseado. Es decir, que si el animal no es castigado cada vez, las veces que no sea castigado está siendo recompensado. En psicología el refuerzo intermitente es el más efectivo para aprender un comportamiento. El animal sabe que la recompensa llegará pero no sabe cuándo, así que lo seguirá intentando hasta que llegue, y llegará. Viene a ser un poco comparable con los adictos a las máquinas tragaperras.

3.La intensidad del castigo tiene que ser suficientemente elevada. Para que el castigo sea efectivo tiene que ser suficientemente fuerte la primera vez, si no se acabará habituando y la misma intensidad ya no funcionará la próxima vez.

4.Castigar causa daño físico cuando se administra a una intensidad elevada. Por ejemplo, los collares de pinchos o ahogo, aparte del dolor que infringen, pueden dañar la tráquea, la visión (por aumento de la presión cerebral y consecuentemente ocular), la espalda, las articulaciones, entre otras lesiones.

5.El castigo puede causar que muchos individuos se vuelvan extremadamente miedosos. Algunos castigos no causarán daño físico y pueden no parecer severos, pero pueden hacer que el animal se vuelva miedoso, y este miedo se puede generalizar a otros contextos. Por ejemplo, los perros que llevan el collar eléctrico o de citronella pueden reaccionar con miedo a cualquier sonido que se le parezca al sonido de aviso de la descarga o del spray, como pudiera ser un reloj de cocina con alarma.

6.El castigo potencia que haya un comportamiento agresivo. Aquellos animales en los que el castigo no funcione inmediatamente se esforzarán para evitar el castigo hasta el punto de llegar a ser agresivos si hace falta. En los animales que ya muestran comportamientos agresivos potenciará que reaccionen con agresividad más intensamente.

Castigar pone en riesgo a la persona que aplica el castigo o a cualquier persona cerca en el momento de aplicarlo, pudiendo ser mordidos o atacados.

7.Castigar inhibe comportamientos, incluyendo aquellos que avisan de que van a morder.

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Si un animal es agresivo por miedo y se usa la fuerza para castigar estas reacciones de miedo, hará que el perro tenga más miedo a la vez que enmascarará sus signos de que lo tiene. Cuando ya no pueda suprimir más esos signos, de repente actuará con una agresividad más intensa y con menos signos de aviso de que va a morder. Resultado: tienes un perro que ahora atacará sin avisar.

Otro ejemplo común es castigar que se haya hecho pis. Acabará aprendiendo que lo tiene que hacer cuando tú no estés.

8.Castigar puede llevar a hacer malas asociaciones con la persona que lo implementa o con el entorno en el que ocurre. Esta es una de las consecuencias más peligrosas. Ejemplo: le das un tirón a tu perro para que no se acerque al perro que viene; acabará asociando que ver otros perros es malo. Otro ejemplo: le das una torta en el parque y resulta que cerca había un niño pequeño; podría asociar que la presencia de niños es indicador de que pasará algo negativo para él.

9.Castigar no enseña la conducta correcta. Castigando no se trata el hecho de que el comportamiento no deseado ocurre porque no se le ha enseñado bien antes y porque se ha reforzado, ya sea intencionadamente o no. Castigar tampoco da un comportamiento alternativo para enseñarle al perro lo que es correcto o queremos que haga en vez de lo que no nos gusta.

Asimismo, aunque a simple vista puede parecer muy efectivo no trata la causa de la conducta, sólo tapa los síntomas. Resultado: tenemos un perro impredecible, ya lo hemos visto en el punto 7.

10.¿Qué castigas cuando castigas a tu perro? No castigas conductas, castigas emociones.

SEGÚN TÚ castigas: SEGÚN TU PERRO castigas:
Ladrar Ansiedad
Morder Miedo
Comportamientos destructivos Ansiedad
Montar Estrés, excitación
*Tabla editada de convivirconperro.

11.Castigar puede inducir a la indefensión aprendida, ya que fomenta un perro indefenso que no se atreve a intentar nada por miedo a fallar.

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Ésta es una condición psicológica en la que el individuo aprende a creer que no tiene control de la situación y que nada de lo que haga funcionará para salir de ésta. Es un estado de depresión y pasividad en la que no pueden aprender, anulando a la persona o animal que la sufra. Es un estado muy grave.

 

Un ejemplo conocido es el los elefantes encadenados que creen que no pueden romper la cadena porque de pequeños nunca pudieron y dejaron de intentarlo.

12.Deteriora la relación con vuestro perro. La comunicación y la confianza son clave para tener éxito en la convivencia.

El castigo es totalmente innecesario. Puedes tener un perro obediente sin necesidad de utilizar la fuerza y sin causar miedo, dolor o ansiedad en el perro. El uso de refuerzo positivo en vez del castigo se ha demostrado que es la manera más efectiva de crear un fuerte vínculo entre perro y propietario, y también de reducir las oportunidades de agresión en el perro. Es el único modo de que vuestro perro confíe en vosotros y sea seguro de sí mismo.

 

Ahora que ya habéis visto lo difícil, por no decir imposible, que es aplicar el castigo correctamente y todos los efectos negativos que conlleva, seguro que os lo pensaréis dos veces antes de castigar. ¿Entonces qué hay que hacer? Fomentar los comportamientos que queréis, e ignorar y minimizar la atención que recibe por llevar a cabo comportamientos no deseables, sin recurrir al castigo. Tratad también de anticiparos si veis que está apunto de cometer un error.

¡Ayudadme a difundir para que todo el mundo sepa por qué no hay que castigar para educar un animal!

Palabra de perro 😛

¡Hasta pronto!

Belén

 

Referencias:

  1. Hutchinson RR. 1977. By-products of aversive control. In: Honig WK, Staddon JER, eds. Handbook of Operant Behavior. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall: 415-431.
  1. Azrin NH. 1960. Effects of punishment intensity during variable-interval reinforcement. J Exp Anal Behav 3: 123-142.
  1. Pauli AM, Bentley E, Diehl AK, Miller PE. 2006. Effects of the application of neck pressure by a collar or harness on intraocular pressure in dogs. J Am Anim Hosp Assoc 42(3): 207-211.
  1. Azrin NH, Rubin HB, Hutchinson RR. 1968. Biting attack by rats in response to aversive shock. J Exp Anal Behav 11: 633-639.
  1. Herron, ME, Shofer, FS, Reisner I (2009) Survey of the use and outcome of confrontational and non-confrontational training methods in client-owned dogs showing undesired behaviors. Applied Animal Behaviour Science 117 47–54.

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