¡Hola perrunos!
Hoy toca introduciros qué es la educación en positivo y en qué se diferencia de los métodos tradicionales, que ya están obsoletos y no son nada recomendables.
Para diferenciar a los profesionales de métodos en positivo de los tradicionales, veréis que me refiero a los primeros como “educadores” y a los segundos como “adiestradores”. También veréis que prefiero usar la terminología “entrenar” o “educar” en vez de “adiestrar”, simplemente porque no me gusta la connotación que tiene este último verbo (ni a mí ni a muchos otros profesionales del mundo del perro a los que nos preocupa su bienestar). No creo que haya que “domar” a ningún perro sino más bien “enseñarle” a convivir con nosotros.
Entrenar es el proceso de enseñar habilidades o comportamientos. Se aplica a humanos, perros, gatos y otros animales.
Entrenar un perro incluye:
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-Enseñarle a responder a una señal verbal o visual (órdenes/comandos en la vieja terminología)
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-Ayudarle a que aprenda a gestionar la vida en situaciones estresantes para él
Un perro puede ser obediente pero tener aún un problema de comportamiento. Los problemas de comportamiento no se arreglan con obediencia, hay que mirar la raíz del problema y tratar la causa, no sólo los síntomas.
El aprendizaje se puede definir como “cualquier cambio permanente en la respuesta que ocurre como resultado de la experiencia”. No obstante, no todos los cambios en el comportamiento se deben al aprendizaje. Algunos se deben a un cambio en la motivación, por ejemplo beber agua cuando tienes sed.
Es importante reconocer que nadie hace nada gratis, así que no esperemos que nuestros perros lo hagan.
El comportamiento se controla por sus consecuencias. Si las consecuencias son buenas (premiamos al perro algo que queremos que vuelva a hacer) es más probable que este comportamiento se repita, y al revés, si las consecuencias son malas (quitamos los premios o ignoramos cuando el perro hace algo que no nos gusta) es menos probable que se repita.
En cambio, si añadimos algo malo que al perro no le gusta corremos el riesgo de crear asociaciones negativas en nuestros perros.
¿Y qué hacemos si nuestro perro ya ha hecho una asociación negativa, por ejemplo, un perro que reacciona a desconocidos o tiene miedo de otros perros? Pues tenemos que cambiar la emoción latente mediante nuevas asociaciones positivas. En otras palabras, le enseñamos al perro que lo que le producía miedo ahora le va a traer cosas buenas. Con un ejemplo, un perro que tiene miedo a desconocidos tendrá un super premio cada vez que se aproxime a oler a alguien, sin forzar a nada y bajo unas pautas.
La educación en positivo consiste en métodos de entrenamiento basados en el refuerzo positivo. Un refuerzo puede ser cualquier cosa que motive al perro: comida, juego, atención, mimos, ir a pasear, subir al sofá, etc.
Igual que nosotros, los perros aprenden mejor cuando sus logros son reforzados. Premiar al perro mantiene la motivación y construye un vínculo humano-animal muy bueno. De forma contraria, decir siempre a tu perro que lo que ha hecho está mal le desmotivará y le frustrará.
Imagina que has suspendido un examen. ¿Te ayudaría que el profesor te gritara y pegara? Un buen profesor te ayudaría a prepararte mejor para la próxima vez, intentaría mejorar sus métodos de enseñanza y te animaría a que te sigas esforzando.
Pues nosotros somos los profesores de nuestros perros. La próxima vez que tu perro haga algo que no te gusta, pregúntate cómo puedes ayudarle a que lo haga bien la próxima vez.
Cómo decir que “no”
Usar métodos basados en el refuerzo positivo no significa que no le puedas decir que no a tu perro. Sólo tienes que decírselo en una manera que lo entienda, no en el lenguaje humano. Puedes:
–Ignorar el comportamiento: no le des atención, así no lo reforzarás.
–Evitar la situación: manipula el entorno para que tu perro siempre lo haga bien.
–Enseñarle un comportamiento alternativo. Ejemplo: si tu perro salta pídele que se siente o algún truco y prémialo.
Por qué no hay que castigar
El castigo físico, la fuerza y la intimidación no tienen lugar alguno en la educación de un perro. El castigo asusta al perro y el miedo inhibe el aprendizaje, es decir, lo único que aprende el perro es a tener miedo del que lo castiga. Y peor aún, muchos estudios demuestran que el castigo a menudo resulta en serios problemas de comportamiento como trastornos de miedo, ansiedad y agresividad.
Estos métodos son muy vistos en figuras famosas de televisión, pero que no os engañen, no son éticos y a largo plazo no son efectivos, es decir, el problema del perro acaba saliendo por un lado o por otro, sino ha empeorado ya.
Me crea mucha impotencia ver que hay personas que dicen ser adiestradores y enseñan a los propietarios métodos como golpear al perro, gruñir al perro, “ser el alfa/líder” o dominar al perro, forzar al perro, tirar al perro al suelo para dominarlo, cogerlo de las mandíbulas y sacudirlo, ponerle collar de pinchos, de ahogo o eléctrico, entre otras cosas sin sentido. Nada de esto va ayudar a vuestro perro. Aunque en algunos casos pueda pareceros que el problema cesa, no es así, el problema volverá y será peor. Ni los miedos ni la agresividad (que mayoritariamente es causada por miedo) se pueden tratar con estos métodos. El miedo trae más miedo. Punto pelota. Si conocéis a alguien a quién le han recomendado usar estos métodos, advertirle de que, aparte del sufrimiento y dolor que le están causando a su perro, están creando una bomba de relojería.
La teoría de la dominancia ha sido desbancada hace tiempo, es un mito que se expandió en base a una sola investigación sobre lobos en cautividad que ya fue demostrada errónea. Os animo a leer sobre el tema en mi post Jerarquía y Liderazgo sin Fuerza ni Agresión.
Tengo otro post dedicado para poder ayudaros a todos los propietarios a saber cómo encontrar un buen profesional canino, con formación y ética, que no perjudique el estado mental y emocional de vuestro perro ni vuestra relación, sino que mejore vuestro vínculo además de solucionar el problema. Me parece un tema de vital importancia para vosotros, ya que no hay regulación en esta profesión y hay demasiados malos adiestradores en todas partes. Por el momento sospechad de cualquiera que os diga que el perro os quiere controlar o dominar, que tenéis que ser el alfa o enseñarle quién es el jefe y este tipo de comentarios. Así podéis reconocer que no son educadores en positivo, sino adiestradores tradicionales.
Conclusión
Los métodos usados son muy importantes para determinar o evitar futuros problemas de comportamiento. La relación y confianza entre el perro y propietario son clave para el éxito. El uso de refuerzo positivo en vez del castigo se ha demostrado que es la manera más efectiva de crear un fuerte vínculo entre perro y propietario, y también de reducir las oportunidades de agresión en el perro.
Ojalá pronto no haya que especificar si la educación es en positivo, ya que ésta debería ser siempre así.
¡Me gustaría saber qué opináis! Para comentar solo tenéis que poner vuestro email la primera vez y las próximas veces ya seréis recordados 🙂
¡Hasta pronto!
Belen
REFERENCIAS Y MÁS LECTURAS
http://hubpages.com/animals/David-Mechs-Theory-on-the-Alpha-Role
Yin S. 2009. Dominance vs. unruly behavior. The APDT Chronicle of the Dog, Mar/Apr 2009, pp. 13-17.
Yin S. 2009. Low Stress Handling, Restraint, and Behavior Modification of Dogs and Cats. Cattledog Publishing. Davis,CA. For more information visit www.askdryin.com
https://www.sciencedaily.com/releases/2009/05/090521112711.htm
Bennett P, Rohlf, V. (2007) Owner-companion dog interactions: Relationships between demographic variables, potentially problematic behaviours, training engagement and shared activities. Applied Animal Behaviour Science 102 65–84
John W.S., Bradshaw , Emily J., Blackwell , Rachel A., Casey. Dominance in domestic dogs — useful construct or bad habit? Journal of Veterinary Behavior: Clinical Applications and Research, May/June 2009, Pages 135-144 [link]
Clark and Boyer, (1993) The effects of dog obedience training and behavioural counselling upon the human-canine relationship. Applied Animal Behaviour Science 37 (2) 147-159
Herron, ME, Shofer, FS, Reisner I (2009) Survey of the use and outcome of confrontational and non-confrontational training methods in client-owned dogs showing undesired behaviors. Applied Animal Behaviour Science 117 47–54
Azrin NH. 1960. Effects of punishment intensity during variable-interval reinforcement. J Exp Anal Behav 3: 123-142.